Traicionando al Maestro

En el evangelio según San Mateo, en el capítulo 26, se narra como 2 de las personas más allegadas al Señor Jesús, 2 de sus discípulos, 2 personas que presenciaron milagros, sanidades, expulsión de demonios, multiplicación de los alimentos y seguramente muchos milagros más que no pudieron ser contados en la Biblia, y a pesar de eso traicionaron a Jesús.

En los versos 14 al 16 leemos como Judas hace un trato para entregar a Jesús a cambio de un pago económico. En los versos 69 al 75 vemos como Pedro, una persona de carácter fuerte que algunas horas atrás había prometido morir junto al maestro y sin embargo, también lo traicionó negándolo 3 veces. Muy bien sabemos que Judas terminó quitándose la vida al no poder cargar con su culpa, mientras que Pedro, a pesar del dolor por haber fallado tan profundamente logró pedir perdón, arrepentirse y alcanzar la gracia y la misericordia del Señor, que como dice su palabra, son nuevas cada mañana, logrando de esta forma levantarse y convertirse a la vez en uno de los pilares de la iglesia Cristiana.

El Señor Jesús sabe que no somos perfectos, yo fallo diariamente y seguramente tú también lo haces, es parte de nuestra naturaleza pecaminosa, y acá es donde es importante señalar la diferencia fundamental entre la muerte eterna y la vida eterna, la diferencia entre la actitud de Judas y la actitud de Pedro. Ahora te hago la siguiente pregunta: ¿Cómo reaccionas cuando le fallas al Señor? ¿Te alejas de su presencia y sigues muriendo cada día en tu dolor y miseria? ¿O te arrepientes, pides perdón y dejas que el Señor te reciba como al hijo pródigo, ponga un anillo en tu mano y te de autoridad para seguir sirviendo en su reino?

Si tu actitud es como la de Pedro te felicito y te animo a que sigas buscando más del Señor y permitas que él se perfeccione en tus debilidades y que cada día puedas seguir recorriendo ese camino hacia la salvación eterna y que puedas vivir más como Jesús desea que lo hagas.

Si por el contrario tu actitud es como la de Judas, te invito a que cambies el rumbo, pídele perdón al Señor, te garantizo que él te está esperando con los brazos abiertos, quiere usarte, quiere perdonarte, quiere abrazarte y quiere hacer grandes cosas en las vidas de los demás a través de tu persona.

Recuerda lo que dice Romanos 5.20 en su parte final y en el verso 21: "Pero, allí donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia, a fin de que, así como reinó el pecado en la muerte, reine también la gracia que nos trae justificación y vida eterna por medio de Jesucristo nuestro Señor."

No pierdas más tiempo, sin importar lo que hayas hecho, el Señor te está esperando con los brazos abiertos.